“De la COVID-19 desconocemos casi todo, pero es fácil pensar que los fumadores pueden tener mayor susceptibilidad al coronavirus y posiblemente a sufrir formas más graves”

https://www.salamanca24horas.com/texto-diario/mostrar/1972458/covid-19-desconocemos-casi-todo-pero-facil-pensar-fumadores-pueden-tener-mayor-susceptibilidad-coronavirus-posiblemente-sufrir-formas-graves

Miguel Barrueco, jefe del Servicio de Neumología del Complejo Asistencial Universitario, atiende a SALAMANCA24HORAS con motivo del Día Mundial sin Tabaco. En esta entrevista habla de los efectos nocivos del consumo de todo tipo de tabaco -cachimbas, vapeadores y cigarrillos electrónicos incluidos- y detalla cuáles cree que deberían ser las próximas medidas a aprobar para aproximarnos a un mundo sin tabaco

Este domingo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. ¿Se puede hacer una estimación de a cuántas personas mata en Salamanca cada año?

El tabaco mata cada año en España a 55.000 personas. Se puede estimar que en la provincia de Salamanca mata a 390 personas cada año.

¿Fuman cada vez más los jóvenes? ¿A qué edad se empieza a fumar?

Efectivamente, se ha observado un incremento en el consumo de tabaco por parte de los jóvenes. Mucha culpa de ello la tienen los cigarrillos electrónicos en cualquiera de sus variantes. La edad media de inicio al consumo está en torno a los 13 años.

¿Qué daño hace el tabaco a unos pulmones en desarrollo?

Altera el normal desarrollo de los pulmones. Los pulmones no adquieren su desarrollo completo hasta los 18 años. La exposición precoz al humo del tabaco en el útero de la madre, o en la infancia, retrasa y disminuye la maduración pulmonar. Además, puede producir numerosas enfermedades: en niños bronquiolitis y asma bronquial.

Sí que es habitual entre estos ver cómo fuman de cachimbas o shishas. ¿Cómo de peligrosas son?

Fumar en cachimbas es tan nocivo como fumar cigarrillos. Son un riesgo para la salud de fumadores activos y pasivos y, en ningún caso, pueden considerarse una alternativa segura al tabaco, puesto que una sesión típica con estos “aparatos” de fumar equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo.

¿Y los vapeadores o cigarrillos electrónicos? Porque han llegado a estar muy de moda y uno de sus reclamos es que no eran tan perjudiciales como el tabaco.

No existe ningún sistema seguro de consumo de tabaco. Los cigarrillos electrónicos tampoco.

Recientemente, se ha prohibido vender tabaco mentolado. ¿Puede esta medida ayudar para que no fumen los jóvenes?

El tabaco mentolado estaba dirigido desde su salida al mercado al consumo femenino. Hace mucho tiempo que se conoce que sus efectos perjudiciales sobre la salud son los mismos que cualquier otro tipo de tabaco. Su prohibición puede ayudar a que dejen de fumar aquellas personas que lo utilizaban por su sabor refrescante en la boca.

En Salamanca, ¿qué patologías causadas por el tabaco son las que más se tratan?

Desde el punto de vista respiratorio asma bronquial, EPOC – Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica- y cáncer de pulmón, pero también enfermedades cardiovasculares como infartos, insuficiencia vascular periférica o accidentes cerebrovasculares.

¿Cuál es la edad media de esos pacientes?, ¿dejan de fumar una vez enferman o hay casos de personas que, ni aun así, paran?

La edad de aparición de cualquiera de estas enfermedades es muy variable y depende directamente de la cantidad de tabaco fumado antes de aparecer estas enfermedades. Las enfermedades cardiovasculares aparecen mucho más pronto, en torno a los 35-40 años, el cáncer de pulmón cada vez lo observamos a edades más tempranas, puede aparecer desde los 35 o 40 años, y la EPOC suele aparecer más tarde, en torno a los 50 años. Muchos fumadores dejan el tabaco cuando sufren alguna de estas enfermedades y existe un porcentaje muy elevado de pacientes cuya adicción a la nicotina les impide dejar el tabaco a pesar de la enfermedad que padecen.

¿Ese daño que, en general, hace el tabaco a los pulmones, ha podido ser un factor clave entre aquellos que hayan sufrido COVID-19?

No existe ninguna evidencia científica al respecto. De la COVID-19 desconocemos casi todo, pero es fácil pensar que pacientes cuyas defensas están disminuidas por el consumo de tabaco pueden tener mayor susceptibilidad al coronavirus y posiblemente a sufrir formas más graves.

Se llegó a decir que la nicotina era buena para esta nueva enfermedad. ¿Cómo de cierto era aquello? ¿Pudo haber algún interés detrás?

Esa afirmación relativa al efecto protector de la nicotina no tiene ninguna base científica y el sentido común indica todo lo contrario. Pensar que detrás de ese tipo de afirmaciones puede haber intereses ocultos está al alcance de cualquiera. El problema es demostrarlo, aunque en la historia de la investigación científica médica existen suficientes ejemplos de estudios pseudocientíficos sesgados para indicar que el consumo de tabaco no es perjudicial y por supuesto convenientemente remunerados.

¿Tiene más riesgo que la COVID-19 afecte más a un fumador que a un no fumador? (No que tenga más riesgo de contraer la enfermedad sino de que, una vez contraída la enfermedad, le haga más daño).

No disponemos de información científica suficiente al respecto, pero el sentido común así lo indica.

El presidente de la Asociación Provincial de Expendedores de Salamanca comentó en este medio que, si no se hubiera vendido tabaco durante el confinamiento, “los hospitales también se llenarían de fumadores con ansiedad”. ¿Es tal la adicción que crea? ¿Es una dependencia física o psicológica?

La adicción a la nicotina es un tipo de adicción muy fuerte, más fuerte que otras drogas que se consideran como muy adictivas. Es una adicción que conjuga una adicción psicológica al cigarrillo y una adicción física a la nicotina. Por eso es tan difícil de superar por los fumadores y por ese motivo muchos de ellos necesitan apoyo psicológico y farmacológico para poder dejar el tabaco.

¿El confinamiento ha influido en el hábito de fumar? La gente, al no poder salir de casa, ¿ha fumado más o menos?

Posiblemente. Habría que disponer de los datos de venta de tabaco durante estos meses. Yo no los tengo. El confinamiento sin duda alguna ha influido en numerosos aspectos personales de tipo de conducta, que no somos capaces de pensar, pero está claro que los estados de ánimo negativos producen determinadas conductas, como por ejemplo incrementar el consumo de tabaco, aumento del número de divorcios, aumento de malos tratos…

Las tabacaleras asociaron a su producto una imagen y constructo social. ¿Sigue vigente o ha cambiado con el paso del tiempo? ¿Ser fumador hoy en día está mal visto?

Efectivamente las tabacaleras lograron asociar el consumo de cigarrillos a un constructo social de éxito. La prohibición de la publicidad del tabaco ha contribuido a romper esa imagen. Sin embargo, los distintos dispositivos electrónicos con un diseño muy atractivo están volviendo a construirla, especialmente entre los jóvenes. Por lo que respecta a los cigarrillos, es muy importante que se aprueben los paquetes de tabaco blancos, sin colores ni logos que puedan asociarse a una marca concreta.

¿Es más efectivo subir los impuestos del tabaco -como parece que se hará- o asociar la imagen del tabaco a su verdadero peligro para que la gente deje de fumar?

Las dos medidas más efectivas para disminuir el consumo de tabaco son la prohibición de fumar en espacios públicos y el incremento del precio. Un incremento del precio del 10% produce una disminución del consumo del 4%.

¿Han sido efectivas las imágenes que se incluyen ahora en cada paquete de tabaco?

Cumplen su función, que no es tanto mostrar los efectos del tabaco, sino romper la imagen atractiva de los paquetes con sus colores y logos característicos.

¿Se deberían endurecer las leyes?

Sin ninguna duda. Los próximos pasos deben ser prohibir fumar en los coches cuando viajen niños dentro y limitar el consumo en espacios al aire libre como estadios deportivos, parques, jardines y playas. En este último caso, además, las colillas en la arena constituyen un atentado ecológico de primera magnitud. Los ayuntamientos de ciudades costeras saben muy bien lo que les cuesta limpiar las playas de colillas.

¿Cómo de cerca estamos de alcanzar un mundo sin tabaco? ¿Será eso alguna vez posible?

Seguro que sí. Estamos aún muy lejos, pero para que no nos invada la desesperanza hay que echar la vista atrás y poner en valor lo que hemos avanzado. Hace cincuenta años se fumaba en escuelas, institutos y facultades, donde el humo no dejaba ver la pizarra, se fumaba en las consultas de los hospitales y se fumaba al pasar visita a los enfermos. Ésta es una lucha a largo plazo, aunque como decía José Antonio Labordeta en su canto a la libertad: “habrá que forzarlo para que pueda ser”.

¿Qué recursos tienen en Salamanca los fumadores que quieran dejarlo?

En primer lugar, disponen de su fuerza de voluntad, muchos pueden conseguirlo por sí mismos si se lo proponen seriamente. Para aquellos que necesiten ayuda tienen a sus médicos de familia que pueden apoyarlos, y para los casos más difíciles está la Unidad de Tabaquismo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.

Comments are closed.