La automedicación sigue siendo uno de los retos en cuanto a política farmacéutica, y es por ello que, para conocer cuál es la realidad en España, AEGON ha realizado el II Estudio de Salud y Estilo de Vida en el que la principal conclusión es que un tercio de españoles, es decir, un 34 por ciento, se automedica.

Sin embargo, existen diferencias por grupos de población. El ejemplo más claro es que los mayores de 65 años son los que menos consumen medicamentos sin prescripción médica, frente a casi el 40 por ciento de los adultos de entre 30 y 44 años que se automedica. Les siguen los adultos de entre 45 y 54 años (38,5 por ciento) y los jóvenes de entre 18 y 29 años (34,8 por ciento).

Asimismo, no todas las patologías son susceptibles a automedicación. Así el informe despliega que, en la mayoría de los casos, la persona se automedica para tratar enfermedades poco graves como catarros o alergias (86 por ciento), padecen dolores ocasionales de cabeza y espalda o tienen problemas para dormir (79 por ciento). Tan solo el 10 por ciento de los encuestados toma medicación sin prescripción médica para el tratamiento de enfermedades moderadas o graves como infecciones o anginas y solo el 6 por ciento afirma hacerlo cuando padece de patologías crónicas, tales como alergia, artritis o diabetes.

Diferencias por CC.AA

Si bien estos son resultados globales, el estudio también analiza los resultados de las diferentes Comunidades Autónomas. De esta forma, Asturias se coloca como la región donde más personas consumen medicamentos sin receta (46,9 por ciento). Seguida muy de cerca por la Comunidad Valenciana (45,3 por ciento) y Castilla y León (42,9 por ciento). En el otro extremos se encuentran los baleares (18,9 por ciento), navarros (21,3 por ciento) y cántabros (22,4 por ciento).

Respecto a por qué se optar por automedicarse, en vez de acudir al especialista, un 30 por ciento de los encuestados lo hace porque sabe lo que va a recetarle el médico o porque siempre toma lo mismo y un 23 por ciento prefiere no perder el tiempo en atender a una consulta.

No obstante, la falta de tiempo parece ser un factor a tener en cuenta, ya que son los trabajadores los más propensos a automedicarse (38,8 por ciento), frente a aquellos que no cuentan con un empleo actualmente (24,9 por ciento).